La pandemia ha transformado la forma en que trabajamos. Los líderes tienen que repensar la cultura para lograr un trabajo híbrido correcto.

Repensar la cultura juntos

El propósito de superación individual en el área de trabajo es algo que estamos viendo que pasa a primer plano en la mayoría de empleados. Muchos son conscientes y se preguntan: “¿Este trabajo me funciona? ¿Me importa lo suficiente mi trabajo?”. Esto crea una oportunidad para que surja un propósito. 

Para mantener una cultura saludable, con base en la percepción individual y colectiva se ha descubierto que los de cada persona, fueron un diferenciador fundamental de las empresas que mantuvieron una cultura saludable durante la pandemia. 

Las empresas saludables hacen hincapié en el intercambio de conocimientos, transparencia en el desempeño y aquellas prácticas que ayudan a tener claridad de roles y disciplina operativa en todos los miembros del equipo. 

El trabajo remoto ha sido un desafío y ha planteado preocupaciones muy reales. Especialmente para las personas nuevas que se incorporaron durante la pandemia y nunca han tenido la ventaja vivir la cultura de la empresa en persona.

En una oficina normal, los ritmos de una jornada laboral ofrecen muchas oportunidades para colaborar fuera de su oficina. Esto aumenta la importancia de que los gerentes establezcan conexiones entre equipos para impulsar la agenda futura. 

A pesar de ser grandemente productivos en casa, la interacción en la oficina motiva a las personas a tener un propósito y avanzar en sus metas. Para esto, los líderes deben ser decididos y comunicativos sobre cómo y dónde dedican su tiempo para hacer mejor uso de las metas del equipo.

Se debe pensar en crear sesiones que reúnan a diferentes grupos para tratar de descubrir nuevas ideas y formas de pensar. Es importante cuidar que no se creen grupos “exclusivos” y en los que existan diferentes comportamientos al estar dentro y o fuera de la oficina. Durante ambas convivencias las personas deben sentirse incluidas y con una misma meta.

Para llevar un correcto seguimiento y lograr una cultura saludable, es importante escuchar las opiniones de los empleados preguntando sobre su percepción y buscar  retroalimentación de las actividades que sean necesarias para reforzar la cultura y comunicación laboral.